La banca y las entidades financieras tradicionales están acercándose a marchas forzadas a las compañías fintech, y son ya casi la mitad (45%) las que se han aliado con compañías fintech para diversas actividades de sus respectivos negocios, según revela el Informe Fin Tech 2017 que ha elaborado PwC.
Frente a la actitud un tanto desconfiada y distantes que estas entidades mantenían hasta hace muy poco tiempo, considerando que el acercamiento a estos nuevos competidores no era una buena estrategia, la situación ha cambiado diametralmente en apenas dos o tres años.
En este momento, se puede hablar casi de luna de miel entre bancos y entidades financieras convencionales y compañías fintech. Si en 2017 hablamos de la mitad de estas organizaciones estableciendo alianzas con las fintech, un año antes era sólo la tercera parte de ellas la que lo hacía.
En riesgo la cuarta parte del negocio
La relación parece que se estrechará aún más ya que el 82% de los encuestados se muestra dispuesto a establecer más alianzas en los próximos tres a cinco años, como estrategia competitiva para no perder cuota de negocio frente a estos nuevos competidores, que podrían estar poniendo ya en riesgo el 24% de sus ingresos, una cuarta parte de su negocio.
Las áreas en las que las compañías fintech están robando mayor cuota son las de medios de pago (84%), transferencias de fondos (68%), financiación personal (60%) y créditos personales (56%).
La tendencia puede acentuarse
El Informe advierte, además, que la tendencia puede acentuarse ya que el 30% de los usuarios del sector financiero intensificará en los próximos años el uso de las plataformas y compañías fintech, mientras que sólo un 39% se mantendrán como clientes y usuarios en exclusiva de las entidades y bancos tradicionales.
PWC indica que las alianzas van a afectar a buena parte de lo que es el “core business” de las entidades tradicionales: la banca retail o banca comercial y el crédito personal, los seguros, los medios de pagos y la gestión de patrimonios.
Los obstáculos se centran en la ciberseguridad, las incertidumbres regulatorias y las grandes diferencias entre modelos de gestión
Sin embargo, esta política de alianzas, en algún caso de asalto, de las entidades tradicionales a las compañías fintech encuentra aún algunas barreras y obstáculos de importancia, entre ellos, todo lo relacionado con la ciberseguridad, las incertidumbres regulatorias y la ausencia de legislación en materia de Fintech y, adicionalmente, las grandes diferencias que existen entre los modelos de gestión y las culturas corporativas de unos y otros.
Los desarrollos tecnológicos que ofrecen mayores potencialidades para las entidades tradicionales en este proceso de alianzas son la analítica de datos y el uso del móvil, mientras las fintech concentran sus procesos de innovación en el desarrollo de la tecnología blockchain, la inteligencia artificial y, de acuerdo con las entidades bancarias, la biométrica, para la identificación y la gestión de identidades.