Una inflación disparada ¿el precio de la recuperación?

Jerome Powell, presidente de la FED
Jerome Powell, presidente de la FED

Los mercados financieros andan inquietos: del pánico de hace un año con la pandemia a una especulación excesiva, dice Bloomberg. Y de ahí a una inflación disparada que en el Grupo de los 20 alcanzó el 3,8% en abril, muy por delante de la referencia del 2% de los bancos centrales para la estabilidad de precios y en Estados Unidos se encuentra ya en torno al 5%. ¿Habrá algún sigo en la reunión de la FED de esta semana?

La inflación se ha convertido en el elemento clave de debate en estas semanas por su aceleración reciente. ¿Es el coste a pagar por la recuperación económica?

A la hora de analizar las causas de esta inflación en expansión, puede enunciarse en primer lugar una capacidad industrial insuficiente para satisfacer la demanda de los consumidores a largo plazo. Las dificultades en los suministros y los cuellos de botella, los problemas logísticos y la recuperación de la tendencia alcista en la demanda global, pueden considerarse elementos lógicos tras la pandemia.

El rápido aumento de la demanda y los cuellos de botella para abastecerla son la causa principal de la inflación

La conclusión, por tanto, sería que no existen razones para alarmarse y poner fin a las medidas de estímulo permitiendo de forma casi automática que suban los tipos de interés.

No provocar tensiones en los mercados

Se provocaría así una incertidumbre que pude llevar a tensiones en los mercados. La receta sería más bien poner los esfuerzos en recuperar el potencial de crecimiento y de capacidad productiva de las economías, sin reducir las políticas expansivas antes de tiempo; e impulsar, eso sí, los necesarios avances en la digitalización y la sostenibilidad de las empresas, manteniendo un clima de tipos bajos y liquidez del crédito, incentivos a la inversión y modernización de las infraestructuras logísticas y de suministro.

Debe pensarse en definitiva que el aumento de los precios está siendo una consecuencia temporal del rápido repunte de la demanda, que tenderá a suavizarse a finales de este año y en 2022.

Es previsible que las autoridades monetarias realicen algún movimiento antiinflacionista como precaución

Sin embargo, es previsible que las autoridades monetarias realicen algún movimiento antiinflacionista como precaución, y de ahí que lo que diga el presidente de la FED, Jerome Powell en estos días puede ser significativo acerca de la trascendencia o no que las autoridades monetarias conceden al aumento de precios actual.

Sin embargo, existe cierto consenso en el mercado acerca de una reacción muy moderada de la FED en las próximas semanas, sin que se espere una reducción de las compras de bonos por parte de la FED, si bien algunos apuntan a la posibilidad de que la Reserva Federal pueda analizar el tapering y sus programas de compras de bonos tras el verano, en caso de que los precios continúen al alza y la recuperación del empleo se acelere en Estados Unidos. Algo parecido puede estar en la mente de Christine Lagarde para el BCE.