El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker es hoy posiblemente más valorado entre las empresas españolas que hace algo más de dos años, cuando se aprobaba el “Plan de inversiones para Europa”, más conocido como Plan Juncker, al saberse que España ha sido el segundo país más beneficiado en 2016 con 2.700 millones de euros.
Más aún, el Ministerio de Economía estima que han movilizado a su vez inversiones indirectas por casi 15.000 millones. En los dos años de vigencia del plan, España ha recibido 3.420 millones de euros destinados a 40 proyectos.
Adicionalmente, nuestras empresas participan al menos en otros diez proyectos junto con otros países como Alemania, Suecia, Reino Unido, Francia, Italia, Grecia o Portugal,
Poco importa con estos datos el origen político de esta iniciativa, con la accidentada llegada a la presidencia de la Comisión que padeció Juncker, en un ambiente sumamente enrarecido por la crisis y la responsabilidad de la Comisión por no haber previsto suficientemente su alcance y por las exigencias de este organismo a determinados países, que provocaron airadas reacciones y diatribas de los grupos y movimientos de carácter populista y antieuropeos contra él, y que han venido acusando a la Comisión europea de falta de coraje y apoyo a la economía real, más preocupados, según su opinión, en salvar y rescatar entidades financieras y bancarias.
500.000 millones hasta 2020
El Plan Juncker es una iniciativa para movilizar fondos por un importe total de 315.000 millones de euros, ampliado posteriormente a 500.000 millones y hasta 2020, a partir de una aportación pública inicial de 21.000 millones a un fondo en el Banco Europeo de Inversiones (BEI), a los que deben seguir otras inversiones de carácter privado, con el fin de relanzar la economía europea, “un Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas que garantice que la financiación de la inversión llegue a la economía real”, según afirma la propia Comisión. Ofrece cobertura del riesgo de crédito a la financiación proporcionada por el BEI y por el Fondo Europeo de Inversiones (FEI).
Este Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE) se dedica a la inversión en sectores muy diversos, como infraestructuras, energía, investigación e innovación, banda ancha y educación, ampliados, posteriormente, a sectores, como la agricultura, la silvicultura, la pesca y otros sectores de la bioeconomía, así como medidas relacionadas con el clima. El Fondo también presta apoyo a pequeñas y medianas empresas.
Desde el punto de vista práctico y con el fin de reforzar el objetivo de que la inversión llegue a la economía real se han creado el Portal Europeo de Proyectos de Inversión y el Centro Europeo de Asesoramiento para la Inversión.
El Centro presta asistencia y apoyo técnico. Reúne los programas de asistencia técnica existentes del BEI y ofrece servicios adicionales de asesoramiento respecto de los casos que no estén contemplados en los programas existentes.
El Portal de Proyectos ayudará a los potenciales inversores a obtener información sobre cada proyecto y sobre las oportunidades de inversión.
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