Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de economía y ex economista jefe del Banco Mundial, acaba de pedir a Joe Biden que despida a Jerome Powell de la presidencia de la FED, por considerar que “ha demostrado que su instinto no está en sintonía con las necesidades del país”.
Es lo que tienen los economistas y analistas americanos, que hablan con claridad, sin paños calientes. El premio nobel Stiglitz exige al presidente norteamericano que desoiga los clichés y lugares comunes que muchos analistas ofrecen para la reelección de Powell y le anima a hacer las cosas de otra manera, o sea que rompa con ese manido ritornello muy habitual ente los dirigentes más conservadores de que “nunca se ha hecho así”, una actitud cobardona que impide el progreso real. ¿Qué clichés? Que reforzaría la credibilidad de la FED al mantener al que fue candidato de Trump; la necesidad de un candidato experimentado para conducir la recuperación posterior a la pandemia…
Stiglitz ni siquiera valora su política monetaria: “cualquier estudiante sabe que no se debe endurecer la política monetaria ni subir tipos de interés durante una recesión”
Por el contrario, Stiglitz cree incluso que es excesivo el mérito que se le atribuye a Powell en la gestión de la política monetaria durante al pandemia. “Cualquier estudiante de segundo año de la universidad habría sabido que no debía endurecer la política monetaria ni subir las tasas de interés durante una recesión”.
Además, como buen socialdemócrata, cree que el control de la inflación y la estabilidad de los mercados financieros debe conjugarse con una política a favor del pleno empleo, tarea que considera que el actual presidente de la FED no está preparado para emprender.
Propone a Biden una candidata
Finalmente, Stiglitz ofrece a Biden su candidata alternativa, Lael Brainard una economista que forma parte de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal desde 2014.