¿Es posible regular el uso de Bitcoin y Blockchain?

La regulación de Blockchain es una tarea compleja

Bitcoin y, en general, las criptomonedas se han convertido en dos fenómenos que marcarán los próximos años en el terreno de la operativa financiera y empresarial, así como también en el terreno de la regulación legal y normativa por parte de los Estados y las agencias reguladoras y supervisoras.

Por ahora, las iniciativas han sido pocas a la hora de regular estas actividades: las autoridades no han encontrado el camino ni la opción clara a la hora de establecer una regulación y unas normas en estos dos terrenos, sumamente disruptivos, aunque la necesidad de establecer una regulación es un sentimiento generalizado entre los distintos gobiernos y las entidades financieras convencionales.

Los gobiernos no encuentran un camino fácil para establecer normas en este terreno

El presidente del BBVA, Francisco González se manifestaba recientemente en torno a este tema, en Davos, en una entrevista a EFE en la que afirmaba que la regulación actual probablemente no está preparada para desafíos como los robots o la inteligencia artificial en los negocios, o la tecnología blockchain, sobre la que se asientan fenómenos como las criptomonedas.

“¿Por qué? Porque estamos creando un nuevo orden mundial, estamos en la cuarta revolución industrial, se están creando muchas cosas y para aprovechar todo el potencial de las tecnologías es necesario tener una regulación adecuada para que aprovechemos todo en favor de todos y eso significa probablemente una regulación 2.0 que trabaje mirando los intereses de los consumidores, los riesgos sistémicos, la estabilidad financiera y lógicamente apoye la innovación”, añadió González.

Hasta ahora, sin embargo, son pocas las iniciativas legislativas o normativas puestas en marcha por los gobiernos y las actuaciones se están limitando a intensificar algunos controles y seguimiento por parte de las autoridades tributarias, o diversas manifestaciones públicas de los responsables de algunas de los supervisores de los mercados financieros y de la banca alertando de los peligros de estafa que pueden producirse en el ámbito de las criptomonedas o en el de los “token” (activos ligados a estas monedas virtuales).

Los riesgos de este nuevo ecosistema pueden derivar en una peligrosa burbuja

Estos riesgos asociados a este nuevo ecosistema puede acabar derivando en una peligrosa burbuja, particularmente por lo que se refiere a los ICOs (Initial Coin Offering), una fórmula nueva de financiación para empresas, especialmente de nuevo cuño, mediante la emisión de estos tokens para captar recursos financieros, que podrían llegar a tener el mismo tratamiento fiscal y de vigilancia que cualquiera de los activos financieros tradicionales, sin que por ahora, en la mayoría de los casos, se haya llegado más allá de la simple advertencia.

El potencial de Blockchain

Blockchain aparece como una tecnología capaz de ser aplicada en muy diversos terrenos, especialmente a la hora del registro de actividades, operaciones o transacciones, lo que le presta una enorme virtualidad en el terreno financiero, en la banca, en los mercados y los operadores de los mercados de capitales; el sector inmobiliario, las operaciones comerciales, nacionales o transfronterizas, los pagos, y, en general, los acuerdos y contratos de todo tipo.

Una tecnología que brinda a todos estos ámbitos varios factores muy a valorar: la seguridad de sus procesos de encriptamiento, la eliminación o, al menos, el menor peso de intermediarios, la transparencia e inmutabilidad de un sistema que no admite manipulaciones de parte (al menos teóricamente), ó un mayor anonimato cuando así se desea.

De hecho, en los círculos expertos de Blockchain y Bitcoin se señalan algunas de estas propiedades de manera destacada, así como su capacidad para actuar al margen de los circuitos tradicionales y al margen de las monedas y divisas convencionales.

El control del acceso a Internet, factor clave para los gobiernos

Más aún, algunos apuestan a que la regulación de estas nuevas tecnologías no será fácil y menos aún su control. Uno de esos expertos afirmaba recientemente: “de ahora en adelante, los gobiernos solo controlarán una pieza crucial del rompecabezas: el acceso a Internet. En países como China, Corea del Norte y Arabia Saudita, esto parece bastante simple. En países como Inglaterra, los Estados Unidos y Australia, el acceso a Internet parece haberse convertido en un derecho humano fundamental”.