Los pagarés de empresa se están configurando como un segmento de gran potencial dentro del MARF, el mercado de Renta Fija para empresas de mediana dimensión de BME, y ha alcanzado ya un saldo vivo cercano a los 3.000 millones de euros, con un volumen total emitido de 3.022 millones de euros en el primer semestres de 2018.
Debe tenerse en cuenta que el MARF es un mercado de reciente creación en España, en línea con otras iniciativas europeas como Alternext en Francia, Bond M en Alemania, o la plataforma noruega Nordic ABM.
28 compañías distintas han emitido pagarés
El MARF ha registrado ya programas de pagarés de 28 compañías emisoras, con un saldo vivo máximo de 2.930 millones de euros. “En 2018, hasta la fecha, ya se han registrado programas de 9 compañías distintas, de las cuales 4 son debutantes en este segmento de mercado y utilizan los pagarés por primera vez”, revela a Guía de la Financiación Empresarial el director general del MARF, Gonzalo Gómez-Retuerto.
Una opción muy útil para la financiación a corto de las compañías
Gómez-Retuerto considera que “los programas de pagarés en MARF se están mostrando como una opción muy útil para la financiación a corto de las compañías, ya que tienen una gran flexibilidad para que los emisores puedan ir adecuando sus necesidades de financiación a las colocaciones que realizan y, adicionalmente, en las condiciones de tipos actuales, las nuevas emisiones se realizan con intereses muy competitivos”.
A final de 2018 el volumen total en MARF superará los 5.000 millones de euros, más del 30% sobre 2017
Asimismo, señala que “es difícil hacer previsiones, pero, al ritmo actual de emisión, a cierre de 2018 los volúmenes totales en MARF, incluyendo emisiones de pagarés, bonos, bonos de proyecto y titulaciones, superarán los 5.000 millones de euros, que supondrán crecer alrededor de un 30% respecto de las cifras del año pasado”.
En nuestro país, el MARF representó en su creación en 2013 una respuesta a las dificultades que las empresas de mediana y pequeña dimensión han venido encontrado para obtener financiación bancaria con la crisis, y debido también al clima existente en el seno de la Unión Europea por favorecer el acceso de estas empresas a los mercados de capitales, proceso en el que nuestro país debe recorrer aún un largo camino.
Contrarrestar la excesiva dependencia del crédito bancario
Como prueba de ello, Luis de Guindos, exministro de Economía, afirmaba con motivo de la puesta en marcha de este mercado alternativo que su objetivo era el de “contrarrestar la sequía” del crédito para estas empresas, y nacía “con la intención de ofrecer una alternativa que reduzca la excesiva dependencia de los préstamos bancarios”.
Menores requisitos y mayor visivilidad
El MARF se caracteriza por unos menores requisitos para la emisión de deuda que los exigidos en los mercados regulados tradicionales y unos costes más bajos para el desarrollo de la operación.
La gestión, dirección y control de este mercado, dirigido únicamente a inversores institucionales o cualificados, corresponde a BME aunque con la supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Quienes acuden al MARF para financiarse obtienen adicionalmente una visibilidad y notoriedad en la comunidad financiera y ante ahorradores e inversores que facilitan el desarrollo de nuevas robdas de financiación, lo que también les obliga a un mayor control y disciplina en sus cuentas por el escrutinio al que se someten, obligándose a solicitar un rating y a ofrecer información periódicamente al mercado.