Julián Romero
En el siglo XVI, el noble y comerciante inglés Sir Thomas Gresham señaló que, ante la existencia de dos monedas de curso legal, si una era considerada buena y la otra mala, esta terminaría por expulsar del mercado a la primera.
Como anticipábamos en el informe anual OFISO 2021, la tendencia imparable por incorporar credenciales sostenibles en las diferentes categorías de productos financieros está siendo el factor más decisivo en la aportación que el sistema financiero está haciendo a la consecución de los objetivos medioambientales que el planeta necesita y que se han plasmado en documentos como el Acuerdo de Paris y la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Sin embargo, esa misma intensidad está provocando situaciones que se alejan del espíritu original con el que esta nueva categoría de las finanzas surgió.
Riesgo de opacidad en el mercado de préstamos sostenibles
Es en el mercado de préstamos donde estas situaciones preocupan más. Las particularidades intrínsecas de un mercado privado, muy competitivo y donde las relaciones bilaterales cliente/proveedor están sostenidas por múltiples vínculos no siempre exclusivamente financieros, facilitan y promueven la opacidad en las operaciones.
En aras de transformar y dotar el mercado de los mejores estandares, asociaciones internacionales velan por ellas. En este sentido, la LMA junto a la APLMA y la LSTA publicaron en 2018 los Principios de los Préstamos Verdes, y unos meses más tarde, en 2019, los Principios de los Préstamos ligados a la Sostenibilidad que han supuesto un gran paso adelante en la evolución de las Finanzas Sostenibles dado el éxito de la fórmula y que terminarían transmitiéndose a los mercados de capitales, siendo la base en diciembre de 2019 de unos nuevos Principios para el mercado de Bonos con análogo nombre.
Prácticas inapropiadas contra la transparencia
LMA junto a la asociación europea ELFA, advierten en una nota reciente en un tono severo del riesgo de que la evolución en el mercado de préstamos ligados a la sostenibilidad esté desembocando en prácticas inapropiadas o incluso falaces, advierten que una suavización o mala utilización de las credenciales sostenibles de los préstamos pueden afectar muy negativamente la reputación, credibilidad e integridad del mercado y, por ende, de los prestatarios y prestamistas que actúan con falta de rigor.
Nos encontramos ante una situación que recuerda a la señalada por la Ley de Gresham y estamos a tiempo de evitar su profecía.
La transparencia es el elemento dinamizador y potenciador de los efectos positivos de la sostenibilidad
Como advertíamos en nuestro informe, la transparencia es el elemento dinamizador y potenciador de los efectos positivos que la sostenibilidad confiere a los productos que la consignan. En ese sentido, apoyamos todas las medidas e iniciativas encaminadas a buscar las mejores prácticas en los mercados, pero pensamos que hace falta dar un paso más allá, y en ese sentido, reiteramos nuestra llamada a los reguladores a actuar para promover la transparencia máxima de todas y cada una de las características que hacen que un préstamo acredite la etiqueta de sostenible.