Las medidas fiscales de Trump que tardarán en despegar

Han transcurrido cuatro meses desde la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos sin que la agenda de medidas haya avanzado en exceso, algo que para mucho es una esperanzadora noticia. Lo avanzado hasta ahora se circunscribe a algunas normas encaminadas a contener la inmigración y el inicio de acciones para derogar el Obamacare, que han sufrido la derrota en el Congreso, algo que puede ser un aviso de lo que puede ocurrir con su programa de rebajas tributarias, a pesar de que hace escasamente dos semanas haya anunciado la revitalización del programa de reformas fiscales.

Este posible retraso en la implementación de estas reformas preocupa especialmente en el ámbito económico ya que afectará de forma notable a la actividad empresarial.

La primera de estas medidas es la reducción del tipo en el Impuesto sobre sociedades, que podría situarse entre el 15 y el 20% desde el actual 35%. El profesor de Harvard, Martin Feldstein ha señalado recientemente en un articulo que cree que “la reforma del impuesto de sociedades propuesta tendrá un impacto muy favorable en la inversión de las empresas, y aumentará la productividad y el crecimiento económico en general. Las nuevas normas fiscales también tendrán efectos significativos en las economías extranjeras”.

Como contrapartida, los menores ingresos del Estado por este concepto supondrían aproximadamente un 1% del PIB americano, cerca de 200.000 millones de dólares, aunque los partidarios de la rebaja consideran que este déficit se compensaría por el crecimiento de la economía que comportaría la rebaja.

A ello se añade un cambio en la tributación, a la hora de repatriar los beneficios obtenidos en el extranjero por las filiales de las empresas americanas, que hoy son gravados en Estados Unidos por la diferencia de lo pagado en el país extranjero, considerado como crédito fiscal. Los beneficios repatriados supondrían una importante inyección de inversión en Estados Unidos.

amortización y deducción inmediata de las inversiones y creación del “Border Tax Adjustment” (BAT)

Nuevo criterio de caja para el impuesto de sociedades, con una amortización y deducción inmediata de las inversiones frente al criterio de amortización durante la vida útil del equipo, y eliminación de la deducción por gastos de intereses de las deudas contraídas recientemente. Esto reduciría el alto índice de endeudamiento.

Se crearía un nuevo impuesto denominado “Border Tax Adjustment” (BAT) que eliminará la deducción de las importaciones, lo que supone un encarecimiento para éstas del tipo correspondiente al Impuesto de Sociedades y lo contrario para las exportaciones, que tendrían un incentivo fiscal equivalente al tipo de sociedades.

Feldstein considera, en apoyo de esta reforma que propone Trump, que en lugar de frenar las importaciones en favor de las exportaciones se traduciría en una revalorización del dolar de un 25% aproximadamente que compensaría esta nueva medida.

Sin embargo, las medidas apuntadas son también objeto de crítica desde otras posiciones que no ven tan claros sus efectos positivos. Por el contrario temen que puedan traducirse en un alza de la inflación por el crecimiento de las importaciones, un desequilibrio entre los ciudadanos a la hora de soportar la compra de bienes de importación, e incluso una elevación de los tipos de interés por la revalorización del dolar que agudizaría aún mas las diferencias sociales y lastraría a medio plazo el crecimiento.