Impresiona la afirmación y el rapapolvo que Andrés Martínez Verde, gerente de Deloitte Digital dedica a las empresas españolas en un artículo en Diari de Tarragona: “el 46% de las empresas morirá en diez años si no se han transformado digitalmente”, afirma, por un lado, citando un estudio liderado por Standard&Poors, y por otro, que “la gran mayoría de empresas españolas parece no ser consciente de la urgencia de afrontar las ‘nuevas reglas de negocio digital’.
Para evidenciar la importancia de esta transformación, el autor expone tres hechos que aconsejan asumir el reto digital:
-Estamos en una sociedad de consumo donde existen más móviles que personas.
-En menos de una década los nativos digitales representarán el 75% de la fuerza laboral y supondrán el colectivo con mayor potencial de compra.
-Cada vez son más las startup 100% digitales que llegan al mercado para cambiar las reglas de juego y revolucionar sectores anclados en patrones tradicionales.
Ser conscientes de la urgencia
Para este consultor de Deloitte “resulta preocupante ver cómo la gran mayoría de empresas españolas parece no ser consciente de la urgencia de afrontar las “nuevas reglas de negocio digital” y cómo muchas no han sido capaces de superar los obstáculos habituales que surgen en este tipo de procesos de transformación”.
Las dificultades comienzan por la ausencia de una estrategia digital en muchos casos. Se invierte en tecnología, con soluciones que aportan cierto valor, pero sin disponer de una estrategia global en la que enmarcar los procesos y avanzar. Para el autor, esta actitud solo consigue convertirse “en un sumidero de inversión a largo plazo”.
A ello se suma el vértigo que supone para las organizaciones afrontar los costes de la digitalización sin una expectativa a corto plazo de retorno”, añade Martínez Verde, aunque matiza que el abaratamiento de los costes está actuando favorablemente contra estos obstáculos.
La resistencia al cambio y el vértigo por el retorno de los costes, principales obstáculos
Para que este proceso se lleve a cabo con garantías de éxito es necesario vencer la resistencia al cambio con una política corporativa impulsada desde la alta dirección, y desarrollar acciones de formación digital entre quienes deben liderar la transformación.
Afrontar el proceso de transformación digital, concluye el autor no debe ser “visualizado como un impedimento y debe ser percibida por nuestro tejido empresarial como una cuestión de supervivencia y el tiempo de adaptación resulta crítico”.
Como muestra un botón: “en tan sólo tres años, la “magia de la nueva economía digital” ha posicionado a una empresa que no tiene un solo taxi en propiedad como el mayor gigante del transporte urbano, y a otra que no ha invertido en un solo metro cuadrado de propiedad como la mayor cadena hotelera a nivel mundial. ¿Estamos preparados para los cambios que nos deparan los próximos años?”.