Pymes y gran empresa americanas, en las antípodas sobre la recesión

Informe de Leasing Industry Finance Foundation
Informe de Leasing Industry Finance Foundation

Curiosamente, las pymes norteamericanas manifiestan más optimismo sobre el futuro económico que las grandes empresas, que en estos momentos muestran su desconfianza ante la descaleración que se cierne en la economía, quizá como antesala de una recesión, tras dos años de creciente confianza por parte de estas grandes empresas en Estados Unidos, especialmente, gracias a la reforma fiscal que introdujo Trump.

Recesión para 2020

La quiebra de la confianza entre las grandes compañías estadounidenses ha supuesto una caída de casi un 6% en el segundo trimestre del presente año, y se manifiesta también en la encuesta de Deloitte a los CFO, que en el primer trimestre mostró que el 97% de los CFO encuestados prevén una recesión para 2020, según un informe de Equipment Leasing & Finance Industry (ELFI).

Por el contrario, esta institución señala que tanto el NFIB Small Business Optimism Index como el Wells Fargo / Gallup Small Business Index  relativos a la confianza de las medianas y pequeñas empresas, “permanecen históricamente elevados, impulsados ​​por la expectativa de mejorar las ventas y las condiciones comerciales”.

La guerra comercial Estados Unidos-China, telón de fondo de esta contradicción por la mayor exposición de las grandes al comercio internacional

La guerra de aranceles entre Estados Unidos y China puede ser el factor que late detrás de esta contradicción entre grandes empresas y pymes norteamericanas debido a la mayor exposición de las grandes compañías al comercio internacional, que podrían estar sufriendo de forma anticipada las consecuencias de la caída del comercio y de las ventas en el ámbito internacional, algo que aún no se habría manifestado en toda su extensión entre las empresas de menor tamaño, más ligadas al consumo doméstico y menos expuestas al comercio global.

También las pymes, si sigue cayendo la confianza del consumidor

Sin embargo, esta situación podría alterarse en breve plazo si los consumidores americanos pasan del fuerte gasto registrado hasta ahora, a una mayor debilidad en el consumo, como pueden estar indicando con su caída los indices de confianza del consumidor en los últimos meses.