La crisis financiera ha hecho escasa mella en la deuda corporativa a juzgar por los datos que ofrece Mckinsey, quien afirma que “la emisión de bonos corporativos ha aumentado 2.5 veces en los últimos diez años, de forma que, desde la crisis financiera mundial en 2008, la deuda global total (incluidas las deudas de los hogares, las empresas no financieras y el gobierno) ha seguido aumentando, pasando de 97 billones de dólares en 2007 a 169 billones en la primera mitad de 2017”.
La deuda total de empresas no financieras, en bonos y préstamos representa el 92% del PIB mundial
De esta cantidad, 66 billones corresponden a la deuda total de empresas no financieras, en bonos y préstamos, que se ha duplicado desde 2008, y representa el 92% del PIB mundial, revela la consultora americana en un informe.
Consecuencias negativas y riesgos
Este incremento puede considerarse positivo para dar volumen y profundidad al mercado de renta fija, pero también deja ver sus negativas consecuencias ya que la calidad ha descendido con un incremento de los emisores high yield de alto riesgo, se ha disparado el volumen emitido por empresas de países emergentes o en desarrollo, entre otros China, y las tasas de impago superan ya el promedio de largo plazo.
A escala mundial, el valor de los bonos corporativos de alto rendimiento en circulación aumentó de 500.000 millones de dólares en 2007 a 1.9 billones en 2017.
¿Qué ocurrirá en este escenario con una subida de tipos?
¿Qué ocurrirá en este escenario con una subida de tipos? se pregunta Mckinsey. Más aún cuando en los próximos cinco años asistiremos a un record en el volumen de bonos a refinanciar, entre 1,6 y 2,1 billones de dólares anuales, que supondrá un total mundial de 7,9 millones de dólares a refinanciar.
Según esta consultora, esta refinanciación afectará a compañías y sectores especialmente vulnerables, lo que podría traducirse en un importante aumento de los default a medida que la elevación de los tipos de interés incremente su carga a niveles que haga insostenible para algunas empresas el servicio de la deuda.
Simulación del riesgo de default
El informe de Mckinsey revela una simulación según la cual un aumento de 200 puntos básicos en los tipos, elevaría entre un 30 y un 40% la proporción de bonos con mayor riesgo de default en Brasil, China e India. Concretamente, “la participación de China en bonos corporativos con mayor riesgo de impago podría aumentar al 43%”.
Sin embargo, y a pesar de estos malos augurios, el margen para la emisión de bonos corporativos sigue siendo alto, máxime en un marco de reducción de los créditos. Téngase en cuenta, como aclara Mckinsey, que la emisión de bonos coprorativos en Europa es aún solamente el 17% de su deuda total, la mitad de la proporción en Estados Unidos; y en China, el 11%, con lo que aún tendrían que duplicar o triplicar su volumen de deuda corporativa para igualar a las compañías estadounidenses.
El informe de Mckinsey concluye con una serie de recomendaciones ante estas incertidumbres. Propone a los bancos que, ante esta inclinación de las grandes compañías por su financiación vía deuda corporativa se orienten en mayor medida hacia las medianas y pequeñas empresas.
Que los inversores vigilen la calidad de los bonos
Anima a los inversores una mayor vigilancia en cuanto a la calidad de los emisores en cuyos bonos invierten y a tener en cuenta que en países emergentes y en determinados sectores “los riesgos ya están aumentando y podrían aumentar aún más si aumentan los tipos de interés”.
Los políticos deben fomentar la transformación digital deL mercado de bonos y las plataformas de negociación electrónica
Finalmente propone a los responsables políticos establecer las medidas necesarias para la transformación digital de los mercados de bonos, fomentando las plataformas de negociación electrónica; y controlar y vigilar los riesgos sistémicos en el seno de estos mercados, en especial, en lo que se refiere a los bancos como tenedores principales de estos bonos corporativos.