La previsión del flujo de caja se consolida como la prioridad nº 1 de los tesoreros europeos según la de la Asociación Europea de Tesoreros Corporativos (EACT), “Encuesta EACT 2025″ de la que ofrecemos un resumen:
La previsión del flujo de caja vuelve a ocupar el primer lugar en la agenda de los tesoreros europeos en 2025, con un 30,5% de los profesionales señalándola como su máxima preocupación. Tras varios años de volatilidad financiera, crisis energéticas y tensiones geopolíticas, las empresas necesitan una visibilidad mucho más precisa y frecuente de sus entradas y salidas de fondos.
Los tesoreros reconocen que la calidad de sus previsiones sigue sin estar al nivel que exigen los mercados y las direcciones financieras, en parte debido a la fragmentación de sistemas, la falta de estandarización y la dificultad para consolidar datos. La encuesta confirma que este es el cimiento sobre el que deben construirse otras mejoras operativas y tecnológicas.
La financiación a largo plazo vuelve al centro del debate corporativo
La financiación a largo plazo recupera fuerza y se posiciona como segunda prioridad del ranking 2025, desplazando a otros desafíos tecnológicos o regulatorios. En un contexto de tipos volátiles y necesidades crecientes de refinanciación, los tesoreros deben decidir cuándo y cómo acudir a los mercados de capitales o a la financiación bancaria.
La encuesta señala que esta preocupación se intensifica debido a la incertidumbre macroeconómica: garantizar acceso a fondos suficientes y en condiciones competitivas se ha vuelto esencial para sostener inversiones, circulante y planes estratégicos.

La modernización tecnológica de la tesorería avanza, pero con freno de mano
Aunque la digitalización es un tema recurrente, lo que realmente figura como tercera prioridad es la renovación de las infraestructuras tecnológicas de tesorería, especialmente la sustitución de TMS y herramientas de conectividad bancaria.
La encuesta destaca que los tesoreros no pueden avanzar hacia la automatización avanzada o la IA sin antes resolver problemas más básicos:
- exceso de sistemas
- datos no estandarizados
- procesos manuales
- dificultades de integración
Este “atasco tecnológico” explica la moderación respecto al entusiasmo por la IA o blockchain, que aparecen varios escalones por debajo en la lista de prioridades.
Capital structure y gestión del riesgo: vuelven los fundamentos
Los tesoreros parecen reenfocar esfuerzos en los fundamentos financieros. La estructura de capital (prioridad #4) y la gestión del riesgo, especialmente FX y de mercado (prioridad #5), regresan a posiciones altas tras años dominados por agendas digitales.
La volatilidad en divisas y materias primas, unida a la incertidumbre política y económica, obliga a reforzar coberturas, políticas internas y monitorización de riesgos. La encuesta evidencia que las nuevas tecnologías pueden esperar, pero la estabilidad financiera no.
Optimización del capital circulante: prioridad estratégica en un entorno incierto
La optimización del working capital sube con fuerza en la lista (#6). Los instrumentos más utilizados en el último año incluyen:
- extensión o revisión de plazos de pago,
- implementación de plataformas de previsiones,
- Supply Chain Finance,
- automatización de cuentas a cobrar,
- métodos innovadores de cobro/pago.
El estudio subraya que el working capital sigue siendo un terreno complicado porque depende de muchos departamentos, lo que exige liderazgo del CFO, recursos, y patrocinio del negocio para saborear mejoras reales.
Digitalización de la tesorería y riesgos políticos: prioridades secundarias, pero no irrelevantes
La digitalización de procesos (#7) y la incertidumbre política (#8) figuran más abajo en el ranking de prioridades, lo que muestra que las empresas se han replegado hacia tareas esenciales.
Aun así, la digitalización no desaparece: simplemente queda aplazada frente a retos más inmediatos como la previsión, la financiación y la reorganización tecnológica básica. La política en cambio —desde guerras hasta tensiones comerciales— continúa siendo un factor de ruido que afecta a tipos, liquidez y comercio internacional.
Tecnología: los tesoreros buscan inmediatez, no futurismo
Las innovaciones más relevantes para los próximos 12–24 meses no son blockchain ni criptomonedas, sino:
- Reporting en tiempo real (#1)
- Liquidez en tiempo real (#2)
- Pagos/cobros en tiempo real (#3)
- APIs (#4)
- Automatización del FX (#5)
Esto confirma un patrón: los tesoreros quieren información inmediata y automatización práctica, no tecnologías disruptivas sin aplicación clara. La falta de datos consolidados y de procesos maduros sigue retrasando la adopción de IA y machine learning.
El gran freno: falta de estandarización, recursos y control interno
El principal obstáculo para centralizar y modernizar la tesorería es la dificultad de estandarizar procesos e implantar controles robustos.
Le siguen:
- falta de presupuesto,
- escasez de recursos humanos internos,
- previsiones de caja inexactas,
- exceso de bancos y cuentas,
- resistencia interna y complejidad del IT.
Los tesoreros reconocen que no pueden avanzar hacia la automatización sin antes resolver estas bases organizativas.
ESG: importancia creciente, implicación limitada
El papel de tesorería en ESG sigue siendo desigual. Aunque los principales aportes incluyen:
- automatizar procesos para mejorar sostenibilidad,
- reducir viajes y emisiones,
- emitir instrumentos verdes,
- invertir en activos sostenibles,
un 30,6% declara no estar involucrado en la agenda ESG de su empresa.
La encuesta sugiere que la función de tesorería aún no ha asumido plenamente su potencial de influencia en sostenibilidad.
Inversión del exceso de liquidez: los depósitos siguen dominando
Con un 54% de empresas gestionando excedentes de tesorería, los depósitos bancarios a corto plazo siguen siendo la herramienta favorita.
Les siguen:
- fondos monetarios,
- depósitos >3 meses,
- cuentas de ahorro.
Resulta llamativa la baja utilización de repo y depósitos garantizados, pese a que reducen significativamente el riesgo de contraparte.












