El economista y Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz ha encontrado una imagen sumamente gráfica para defender los impuestos sobre los beneficios extraordinarios de algunos sectores por la guerra, expresada en un reciente artículo al sugerir que dichos impuestos deberían sustituir hoy a la pena que en tiempos pasados se aplicaba a los “especuladores de la guerra”: la horca.
“Las guerras causan inevitablemente escasez y generan ganancias inesperadas para algunos a expensas de otros, reconoce en el artículo. Históricamente, los especuladores de la guerra generalmente han sido ejecutados pero hoy en día, incluyen a muchos productores y comerciantes de energía que, en lugar de ser llevados a la horca, deberían estar sujetos a un impuesto sobre las ganancias extraordinarias”.
Estos impuestos no son “antiempresariales”
Según Stiglitz, aunque la Unión Europea lo ha propuesto, llegaría demasiado tarde, y “es demasiado débil y limitado para el desafío actual”. Considera que estos impuestos no son “antiempresariales” ni dañan la inversión ni el empleo: “no hay nada de injusto en gravar ganancias excepcionales que las empresas no hicieron nada para merecer”, concluye.
El diagnostico del Banco de España sobre nuestra baja productividad
Según el Banco de España nuestra menor productividad respecto a los países europeos se observa en todos los sectores, y el reducido tamaño de nuestras empresas es uno d ellos factores principales que motivan esta tendencia.
“Significativo déficit” de formación de los trabajadores, pero también de los empresarios
Añade como causa el “significativo déficit” de formación de los trabajadores, pero también de los empresarios respecto a los países del área euro, asi como la baja inversión pública en investigación y desarrollo.
Ello hace que las pymes no estén beneficiándose de los cambios y las oportunidades que se están produciendo en los procesos de comercialización gracias a la digitalización, y señala que son necesarios incentivos fiscales que permitan a las pymes beneficiarse de todo ello.
Propone, asimismo, aumentar el número de pymes que puedan acudir a las licitaciones de obra pública, algo que podría ser una poderosa herramienta financiera para este tipo de empresas, que deben también poder acceder a los recursos del Programa NextgenerationEU y los fondos que la Unión Europea destina a la recuperación de las empresas.