De las criptomonedas a la deuda global: un viaje por las burbujas

La dimensión global de las criptomonedas

La burbuja inmobiliaria que originó la reciente crisis financiera ha dejado su huella a pesar de la recuperación: el temor a una nueva burbuja, que en la actualidad tiene dos protagonistas: las criptomonedas y la deuda que existe en el mundo, el volumen de deuda global.

La actualidad financiera está llena de advertencias y comentarios sobre los riesgos que acarrea la inversión o la compra de criptomendas, bitcoin, Ethereum y otras muchas que se desarrollan en estos años últimos a una velocidad vertiginosa, así como las incertidumbres  crecientes sobre un crash en los mercados de renta fija y deuda por efecto de la subida de los tipos de interés (a lo que habría que sumar el riesgo intrínseco del abultadísimo volumen de deuda existente ne el mundo -deuda soberana, empresarial o corporativa, de particulares, etc,- en cuanto a la posibilidad de defaults más o menos generalizados).

¿Se han parado a pensar la trascendencia e impacto de una burbuja en una y otra opción en función de su volumen?

Pero ¿se han parado a pensar en el volumen total de una y otra opción, y, por tanto, la comparación en cuanto a la trascendencia y efectos de uno y otro en función de su volumen?

Aquí va esa comparación

La capitalización total de mercado, si se puede hablar así de las criptomonedas, sería de 294.000 millones de dólares, según How much.

En realidad, con ser un elemento de riesgo que concentra opiniones favorables y desfavorables e incluso las mayores exaltaciones y las más feroces criticas, es “pecata minuta” comparado con el volumen de la deuda global, como verán.

Valor de las criptomonedas y otros concentradores de dinero

 

No sólo de la deuda global sino de otros concentradores de dinero y recursos como el mercado de oro, un valor talismán o referencial en el ámbito mundial como activo de refugio en los momentos de crisis, incertidumbre o conflictos, que aglutina un volumen de 7,8 billones (europeos) de dólares, 31 veces mayor que el de las criptmonedas.

Sin embargo, el mercado del oro se queda también en poca  cosa si se compara con la capitalización bursátil total del conjunto de las bolsas mundiales, que se ha situado en torno a 78 billones de dolares tras la crisis financiera, 10 veces por encima del mercado del oro.

Muy superior a las criptomonedas es la capitalización total de las bolsas, el dinero o los inmuebles en todo el mundo

Muy superior a las criptomonedas es también el valor del dinero existente en el mundo, tanto en depósitos bancarios, como en dinero físico, que alcanza los 96 billones de dólares, de los que 43,2 estarían en circulación en monedas y billetes de curso corriente.

Aun queda, antes de llegar a la deuda, otros segmento que supera en volumen a todos los demás y, no digamos, al valor de capitalización de las criptomonedas. Hablamos del sector inmobiliario, cuyo valor global es de nada menos que 217 billones de dólares (recordamos, billones europeos, millones de millones), de los que 162 billones corresponderían al segmento residencial.

La deuda total de países, empresas y ciudadanos es de 247 billones de dólares, y da idea del impacto de una burbuja

Y si todo esto no ha terminado de convencerles que el volumen  alojado en criptomoenas en todo el mundo es, por ahora, incomparablemente mínimo respecto a otros concentradores de dinero, ahí van los datos de la Deuda, de los mercados de Renta Fija: 247 billones de dólares, una cantidad de dinero que supera, por ello, el valor conjunto de lo anterior, del valor total de los inmueble existentes en todo el mundo, lo que da idea de la dimensión del endeudamiento de los distintos países, empresas y ciudadanos y del impacto que podría tener una burbuja en el mercado de deuda, con un efecto arrastre sobre las economías de dichos países, empresas y ciudadanos.

Las criptomonedas encierran riesgos pero en términos coloquiales podría decirse que hoy son aún, por su volumen planetario, un juguete comparado con el resto de los segmentos citados y, especialmente, la excesiva deuda global, que, también coloquialmente, podría considerarse como  la verdadera y potencial “arma de destrucción masiva” en el ámbito financiero y económico.