ESMA: el riesgo político del Brexit, clave para los mercados financieros

Steven Maijoor, presidente de la Autoridad Europa de Mercados (ESMA)
Steven Maijoor, presidente de la Autoridad Europa de Mercados (ESMA)

La debilidad de las economías y la continua incertidumbre política hacen prever un escenario para los próximos meses de riesgo creciente en los mercados financieros, con especial intensidad en el mes de marzo por los temores a un “descarrilamiento” del proceso final del Brexit, advierte la Autoridad de Supervisión de los Mercados de Valores Europeos (ESMA).

El supervisor europeo recuerda que todas las previsiones de crecimiento están siendo revisadas a la baja. La UE cree ahora que frente al 2% que había previsto para el crecimiento del PIB conjunto de la eurozona en 2019, tras revisarlo, solo llegara al 1,5%; y las previsiones par la economía global se han reducido en 0,4 puntos.

Los mercados se preparan para un aterrizaje forzoso en el Brexit

Los mercados se preparan para la eventualidad de un aterrizaje forzoso en el Brexit, y sus posibles efectos en las economías de ambos lados, Gran Bretaña y la zona euro, en caso de un desenlace del Brexit sin acuerdo en las escasas fechas que restan para el final del plazo, lo que lleva a concluir a ESMA que “el riesgo político relacionado con el Brexit sigue siendo clave”.

El peso de este proceso es aún mayor por su coexistencia de otros riesgos políticos internacionales, especialmente la relaciones entre China y Estados Unidos.

Preocupación en los inversores

ESMA describe un panorama de preocupación por parte  de los inversores ante el impacto que estos riesgos geopolíticos puedan tener en la economía global y en la estabilidad financiera, con derivaciones que pueden surgir, especialmente en las regiones más vulnerables, como los países emergentes, algunos de los cuales, con la apreciación del dólar, pueden tener dificultades para el repago de sus deuda denominada en esa moneda.

Los temores de los inversores ante este escenario tan incierto podrían llevar también a la huída de los mercados de bonos de estos países y, en general, a una creciente desconfianza en los mercados financieros.