Quien contamina, paga: la OCDE demanda más impuestos al CO2

OCDE demanda más impuestos al CO2
OCDE demanda más impuestos al CO2

La OCDE ha intensificado sus demandas para que los países impongan impuestos al CO2 como una de las fórmulas más necesarias para luchar contra el cambio climático. En un reciente estudio elaborado con motivo de la Cumbre Climática que acaba de celebrarse en Nueva York, este organismo destapa que, lejos de una mayor presión impositiva, un buen número de gobiernos de los países desarrollados ofrecen incentivos a la producción y el uso de los combustibles fósiles.

El presidente de la OCDE, Ángel Gurría ha ofrecido recientemente un dato revelador ya que no solo se observa un estancamiento de los impuestos para el carbón sino que en 2017 los gobiernos de 44 de los países estudiados, que suponen el 80% de las emisiones de gases contaminantes -los países de la OCDE y el G20, a los que se añade Colombia- subvencionaron con un total de 140.000 millones de dólares la producción y el uso de combustibles fósiles aumentando en algunos casos incluso estos incentivos y subsidios.

140.000 millones de dólares para la producción y el uso de combustibles fósiles en 2017

La OCDE considera que los impuestos que se aplican a las emisiones de CO2 son del todo insuficientes y poco acordes con los objetivos de sostenibilidad expresados en los Acuerdos de París y los ODS, especialmente en los sectores del transporte por carretera, que se encuentran entre los más contaminantes, ya que no solo no se aplican los impuestos que corresponderían sino que se les conceden tarifas preferenciales.

No son la única solución, pero no podemos frenar el cambio climático sin ellos

El secretario general de la OCDE ha manifestado que “los impuestos a la energía no son la única solución, pero no podemos frenar el cambio climático sin ellos”.

El informe de la OCDE llega a la conclusión de que los impuestos a las emisiones de CO2 en el transporte y la energía “se graban muy por debajo de los niveles que reflejaría el daño que produce al medio ambiente” y solo cuatro países, Dinamarca, Holanda, Noruega y Suiza resisten el análisis ya que gravan la tonelada de CO2 a un coste por encima de los 30 euros, que  aun así se considera como bajo coste.

Deberían dedicarse a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y no pueden ser una simple maniobra recaudatoria 

Eso sí, la OCDE  considera que los recursos obtenidos con estos impuestos deben utilizarse para fines concretos y no pueden ser una simple maniobra recaudatoria ya que deberían dedicarse a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos mediante la reducción de la carga impositiva a las personas, el aumento de la inversión en infraestructuras y protección sanitaria o efectuar transferencias directas a las familias.